Las nuevas herramientas están acercando más a los médicos con sus pacientes, permitiéndoles brindarles tratamientos y dispositivos particulares. En este sentido, destacamos a la impresión 3D, que ha hecho enormes contribuciones a los campos de la atención médica.
Para los pacientes, los instrumentales y métodos terapéuticos desarrollados a través de la impresión 3D les pueden ofrecer nuevos grados de personalización al tratamiento. Para los médicos, esta tecnología, recientemente accesible, les permite una mayor comprensión de los casos complejos y les brinda nuevos mecanismos que, en última instancia, pueden resultar en un mejor estándar de atención.
Hoy en día, la impresión 3D se ha aplicado para resolver o atender distintos problemas que pueden presentar los pacientes ante diferentes padecimientos, o bien, para crear herramientas que faciliten la labor de los profesionales de la salud. A continuación, le mostramos algunos ejemplos.
La impresión 3D en medicina es parte de un proceso innovador, llamado fabricación aditiva, que se refiere a la producción de objetos sólidos tridimensionales a partir de un modelo digital. La llegada de esta tecnología está dejando huella en diversas especialidades, como ortopedia, pediatría, radiología y oncología, así como en la cirugía cardiotorácica y vascular.
Diseño de nuevos dispositivos e instrumentos médicos
La impresión 3D se ha convertido, prácticamente, en un sinónimo de creación rápida de prototipos. La facilidad de uso y el bajo costo, también, han revolucionado el desarrollo de productos, por lo que muchos fabricantes han adoptado esta tecnología para producir nuevos dispositivos médicos e instrumentos quirúrgicos.
Más del 90 por ciento de las 50 principales empresas productoras de este tipo de materiales utilizan la impresión 3D, para crear prototipos precisos, así como plantillas y accesorios para simplificar las pruebas.
Prótesis accesibles
Cada año, cientos de miles de personas en todo el mundo pierden una extremidad a causa de alguna enfermedad o por accidentes, pero sólo una parte de ellas puede acceder a una prótesis para recuperar su función. Esto, porque las prótesis simples se fabrican en pocos tamaños o en medidas estándar, de modo que los pacientes deben conformarse con lo que les quede mejor; asimismo, los dispositivos biónicos personalizados son muy caros.
En cambio, los protésicos pueden aprovechar la impresión 3D para mitigar estas altas barreras económicas. Las prótesis hechas con esta tecnología se pueden ajustar en tan sólo dos semanas, manteniendo un costo mucho más bajo que sus contrapartes tradicionales.
Modelos quirúrgicos específicos
Los modelos anatómicos impresos en 3D, a partir de datos escaneados de pacientes, se están convirtiendo en herramientas cada vez más útiles en la práctica actual de la medicina de precisión personalizada. A medida que los casos se vuelven más complejos y la eficiencia del quirófano se torna más importante para los procedimientos de rutina, los modelos de referencia sirven para mejorar y agilizar los procesos.
Los profesionales de la salud, los hospitales y las organizaciones de investigación utilizan modelos anatómicos impresos en 3D como herramientas de referencia para la planificación preoperatoria, la visualización intraoperatoria y el dimensionamiento o ajuste previo de equipos médicos para las intervenciones de rutina.
Ortesis y plantillas correctoras
Al igual que muchos otros dispositivos médicos específicos para pacientes, las ortesis personalizadas, a menudo, son inaccesibles debido a su alto costo y tardan semanas o meses en fabricarse. Con la impresión 3D, esto ya no tiene por qué ser un problema.
Los médicos pueden utilizarla para reinventar una vasta gama de herramientas para mejorar la fisioterapia. Las plantillas y ortesis impresas en 3D han demostrado tener un mayor ajuste, generar mejores resultados terapéuticos y proporcionar un elevado grado de comodidad para los pacientes.
Tejidos y órganos impresos
Con la ayuda de la impresión 3D de alta precisión, los investigadores han brindado nuevas posibilidades a la ingeniería de tejidos, pues ha demostrado ser capaz de responder a los desafíos de producir vasos sanguíneos sintéticos, al resolver las dificultades de recrear las formas, tamaños y geometrías precisas del vaso requerido.
Si bien la bioimpresión de órganos internos completamente funcionales, como corazones, riñones e hígados, todavía suena un tanto futurista, los avances con las técnicas de impresión híbrida en 3D están ocurriendo a un ritmo muy rápido.
Como se puede ver, la impresión 3D es una de las tecnologías más disruptivas, que, realmente, tiene el potencial de cambiar la medicina y la atención al paciente, al hacer que éstas sean accesibles, fáciles y personalizadas. Incluso, si las impresoras se vuelven más sofisticadas, pueden crear una nueva era en que la impresión de biomateriales se regule de manera segura y el público en general pueda tener un sentido común sobre cómo funciona la tecnología y los beneficios que proporciona.
La impresión 3D de equipos médicos desempeñó un papel importante al comienzo de la pandemia de COVID-19. La producción urgente de artículos especiales de protección personal estaba, literalmente, salvando las vidas de los médicos, enfermeros y otros servidores sanitarios de primera línea.
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