
El director de la Fundación TELMEX, Arturo Elías Ayub, anunció que las réplicas certificadas de El David y La Piedad, de Miguel Ángel, llegaron por primera vez, desde Florencia, al Museo Soumaya en Plaza Carso, por lo que ahora tenemos unas de las obras más representativas de la época Renacentista.
Talladas en mármol, ambas esculturas, suman un peso de 8,172 kilos y ya pueden ser visitadas dentro del museo.
Tener una réplica de El David expuesta en nuestra ciudad es un privilegio, sólo existen otras dos reproducciones certificadas en el mundo, ambas en Florencia, una en la Piazza della Signoria y la segunda en la Plaza de Miguel Ángel.
La escultura de El David de Miguel Ángel se suma a otra replica más que hay en el país, elaborada con bronce y que engalana la Plaza Río de Janeiro de la Colonia Roma Norte.
¿Cómo fueron elaboradas?
Ambas esculturas fueron supervisadas y tienen el permiso de diseño del Museo Vaticano y el gobierno italiano, quienes brindaron el premio a la casa fundidora artística Ferdinando Marinelli, para realizar los moldes exactos de las originales. Las piezas se realizaron a partir de dichos prototipos. Son obras en yeso que se pueden manipular con mayor sensibilidad para no dañar la obra base.
Fueron elaboradas con mármol de Carrara, de la misma cantera con la que Miguel Ángel esculpió las obras originales, material que no permite que se agriete; asimismo, durante el proceso de su elaboración se utilizó el método de pantógrafo, instrumento que, mediante la toma de puntos de un volumen, permite duplicar la exactitud del mismo.
En escala 1:1, fueron tallados en Florencia por la galería Pietro Bazzanti –utilizando la misma técnica del artista: el contrapposto–, y el trabajo fue supervisado por el escultor Roberto Domina.
La escultura, que se realizó entre 2018 y 2020, tiene un peso de cinco mil 572 kilogramos y mide 5.17 metros. Se replicó también la base en mármol, con lo que el conjunto alcanza una altura total de 6.97 metros.
Conozca los detalles de El David

En 1501, los responsables de la Opera del Duomo (institución laica encargada de la conservación y el mantenimiento de los bienes pertenecientes a lugares sagrados, como las iglesias), de la oficina de trabajos de la catedral de Florencia, y varios miembros del gremio de mercaderes de la lana, plantearon la construcción de doce figuras representativas de personajes del Antiguo Testamento, que se colocarían sobre los contrafuertes externos al ábside de la Catedral de Santa María del Fiore. Antes de El David, sólo dos de estas esculturas habían sido esculpidas, una de ellas por Donatello y la otra por su discípulo Agostino di Duccio.
Originalmente, El David no fue encargada al escultor Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni (1475-1564) –mejor conocido como Miguel Ángel– sino a Simone da Fiesole, quien no fue capaz de realizar la obra y estropeó el mármol que había sido extraído de la cantera de Fantiscritti y transportado por el mar Mediterráneo. Posteriormente, los artistas Agostino di Duccio y Antonio Rossellino intentaron retomar el bloque con su trabajo, pero dichos intentos terminaron en fracturas y daños a la pieza, por lo que fue abandonado una vez más, hasta que, en el año 1501, se le encargó oficialmente a Miguel Ángel.
A las pocas semanas de comenzar, el escultor pidió que levantaran cuatro muros alrededor del bloque, para poder protegerlo de los curiosos. Miguel Ángel pasó cuatro años esculpiendo la obra, entre 1501 y 1504.
La escultura representa al rey David a punto de enfrentarse con Goliat, con la piedra en una mano que aprieta y expresa por sí sola, mentón arriba, mirada sobre el hombro y ceño fruncido, con todos sus músculos en tensión. Su cuerpo está girado con un ligero contrapeso; su cabeza mira hacia su izquierda (hacia Roma), como si estuviese tanteando su objetivo.
El David es una pieza revolucionaria en su técnica, debido a que fue diseñado y cincelado para que pudiera ser admirado desde varios ángulos, a diferencia de la técnica convencional de la época, que sólo contemplaba su vista frontal.
Ubicada en la Galería de la Academia de Florencia, El David es una escultura monumental de 5.17 metros de altura, hecha en mármol blanco, con un peso de más de cinco toneladas, y desde su realización entre los años 1501 y 1504, ha figurado como uno de los íconos más emblemáticos del arte universal.
También está La Piedad
Además de estar a la vista El David, se puede ver la versión a escala 1:1 de La Piedad, que tiene un peso de dos mil 609 kilos y fue realizada entre los años 2006 y 2012.
Anteriormente, en el vestíbulo del museo, se exhibía una versión en bronce de esa obra.

Su historia
La obra fue encargada por el cardenal de Saint-Denis, Jean Bilhères de Lagraulas. El contrato con Miguel Ángel se firmó el 26 de agosto de 1498, y en él se estipulaba, además del pago de 450 ducados de oro, que tenía que estar terminada en el lapso de un año, y en efecto, dos días antes de cumplirse el plazo, la obra maestra ya estaba finalizada. Sin embargo, el cardenal falleció pocos días antes, tras lo cual se decidió emplazar la estatua sobre su tumba, en la Capilla de Santa Petronila, en el Vaticano. La Piedad fue trasladada entre el año 1749 y 1750, a su ubicación actual en la Basílica de San Pedro, en la primera capilla entrando a la derecha, entre la Puerta Sagrada y el altar de San Sebastián.
El artista contaba entonces con 24 años; había trabajado los dos últimos años en la realización de las figuras de la Virgen con el cuerpo de Cristo en su regazo y el pulimentado de todos los detalles. Miguel Ángel escogió personalmente, en las canteras de Carrara, el bloque de mármol más apropiado, para tallar esta maravillosa obra maestra.
Cuando la obra fue finalizada y entregada, algunos pusieron en duda que hubiera sido Miguel Ángel el verdadero autor de la misma, dudando de él por su juventud. Al enterarse, Buonarroti grabó a cincel su nombre en la escultura, siendo ésta la única obra firmada del artista. En la cinta que cruza el pecho de la Virgen puede leerse: «MICHAEL A[N]GELVS BONAROTVS FLORENT[INVS] FACIEBA[T]» (“Lo hizo el florentino Miguel Ángel Buonarroti”).
La Piedad del Vaticano o Pietà es un grupo escultórico en forma de triángulo equilátero sobre una base elíptica, que proporciona equilibrio y estabilidad a la imagen. Sus dimensiones son 1.95 metros de ancho por 1,74 metros de alto. Esta obra es monolítica (hecha a partir de un sólo bloque de mármol), y de bulto redondo, lo que significa que se puede ver desde todos los ángulos, pero el punto de vista preferente es el frontal.
Personifica a la Virgen María sentada en una estructura rocosa que refiere el Monte Calvario, en el momento en que recibe el cuerpo de Jesús ya fallecido, tras ser descendido de la cruz, y cuyo cuerpo descansa en su regazo, justo antes de ser depositado en su sepulcro. A pesar del momento tan duro que se representa, ella aparece con el rostro joven, bello e inmaculado, simbolizando su eterna virginidad; sus vestiduras se expanden con numerosos pliegues, y sostiene en sus brazos a su hijo muerto y que, intencionalmente, aparenta mayor edad que la madre.
Una característica importante es el monumental tamaño de la Virgen con respecto a su hijo, ya que, si se pusiera de pie, se vería a una mujer de unas dimensiones demasiado grandes. Esto sirve como elemento de corrección óptica para darle balance al conjunto escultórico. Sus proporciones se relacionan también con el carácter protagónico del personaje en esta pieza. María es el centro de atención para el espectador.
En esta escultura predominan tres armonías de contraste:
Primera armonía: Los ejes del cuerpo de Jesús (líneas quebradas) se contraponen a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen María.
Segunda armonía: El brazo derecho de Jesús cae inerte. Este se contrapone al brazo izquierdo de la Virgen, que está lleno de vida y conmiseración.
Tercera armonía: Los pliegues de la Virgen con oquedades forman contrastes de claroscuro. Estos se contraponen a las superficies claras y lisas del cuerpo de Jesús, expresados en "sfumato".
La escultura fue dañada el 21 de mayo de 1972, cuando Laszlo Toth, un geólogo húngaro, eludió la vigilancia y la golpeó repetidamente con un martillo. Rompió el brazo izquierdo de la Virgen y le provocó numerosos daños en el rostro, desprendiéndole la nariz y el párpado izquierdo.
Visite el Museo Soumaya
El recinto se encuentra abierto al público de lunes a domingo en un horario de 10:30 a 18:30, y la entrada es gratuita.
Plaza Carso, Miguel de Cervantes Saavedra, esquina Presa Falcón
Colonia Granada
Alcaldía Miguel Hidalgo
CDMX
Recientes estudios han sugerido que tal vez Miguel Ángel firmó la escultura por duplicado. Y es que en unas tareas de restauración en 1970 se descubrió una letra «M» en la palma de la mano izquierda de la Virgen María. La inscripción, muy sutilmente integrada en las líneas de la mano, pasó desapercibida durante siglos, y los expertos no se ponen de acuerdo sobre si se refiere a María, a Miguel Ángel o a ambos.
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