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Hedy Hernández

El Palacio Postal, una belleza arquitectónica




El Palacio Postal o la Quinta Casa de Correos, es uno de los edificios más emblemáticos del Centro Histórico de la Ciudad de México. Esta obra fue construida a comienzos del siglo XX, como uno de los símbolos del porfiriato.


En el lugar que ahora ocupa, se ubicaba el edificio del antiguo Hospital de Terceros de San Francisco, o por su nombre completo, el Hospital Real de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción, una de las construcciones erigidas en el año de 1761, por la orden franciscana, y cuyo fin era atender solamente a los miembros de la hermandad.​ El edificio sobrevivió durante todo el siglo XIX hasta el año de 1900, fecha en que fue demolido.


En el año de 1902, dio inicio la construcción de la nueva sede de la Dirección General de Correos, siendo necesaria su reubicación debido a la importancia y al volumen de correspondencia que manejaba el Servicio Postal Mexicano.


Es importante señalar que lleva el nombre de Quinta Casa de Correos debido a que el inmueble es la quinta sede del correo mexicano. La primera se ubicó a espaldas del Palacio Nacional, entre las calles de Correo Mayor y La Soledad, durando en este lugar de enero de 1621 a junio de 1765; luego se cambió a la segunda sede, la cual estuvo ubicada en el número 11 de la calle de Santa Teresa “La Vieja” (hoy República de Guatemala), donde permaneció de junio de 1765 a octubre de 1788; la tercera sede se ubicó en la Calle de San Francisco número 10 (hoy Francisco I. Madero 33), de octubre de 1788 hasta el 2 de mayo de 1852; y la cuarta sede se encontraba en un espacio anexo de la Casa de Moneda, en la Calle de Moneda, del 3 de febrero de 1852 al 16 de febrero de 1907.


El proyecto y diseño del edificio fue obra del arquitecto Italiano Adamo Boari –quien también trabajó en la edificación del Palacio de Bellas Artes–. La construcción la llevó a cabo el ingeniero militar mexicano Gonzalo Garita y Frontera, quien empleó la cimentación tipo "Chicago", consistente en una losa de concreto corrida con espesor promedio de 70 centímetros y una estructura de viguetas de acero con un peralte de 21 pulgadas en ambos sentidos.​


El 14 de septiembre de 1902, comenzó la construcción del Palacio Postal en la esquina de las calles que hoy se conocen como Tacuba y Eje Central.


Se combinaron materiales y elementos traídos de Europa, como el reloj monumental importado de Alemania y ensamblado en México, la estructura metálica de acero traída desde Nueva York y la herrería de bronce de Italia.


La obra fue terminada en el año de 1907, y se inauguró el 17 de febrero del mismo año por Porfirio Díaz, quien en un acto simbólico, depositó dos tarjetas postales, con la imagen del Palacio Postal.


Para la ocasión, la orquesta del Conservatorio Nacional de Música, bajo la dirección del maestro Carlos J. Meneses, interpretó la obertura Carnaval, la Polonesa Heroica de Chopin, y pintorescos bailables extraídos de la ópera El Cid, musicalizada por Jules Massenet.


Para el diseño, Boari y Garita siguieron los cánones del plateresco isabelino, el gótico veneciano y el art nouveau, por lo que su estilo se considera ecléctico.


Sus fachadas –con más de cien ventanales en los que sobresalen algunas figuras de leones alados y querubines que flanquean dos escudos de armas–, están revestidas con cantera de Chiluca y cuatro puertas de herrería de bronce dorada, elaboradas en la Fondería de Pignone de Florencia, Italia, que permiten el acceso a su interior. En la noche, quince faroles florentinos con dragones alados lo iluminan.


La marquesina de la entrada principal es de hierro forjado, la unen cadenas rematadas por dos cabezas de león y, sobre una puerta, tallados en cantera, los bustos de dos minotauros y, en otra, el escudo nacional de la época: un águila de frente con las alas desplegadas.


En la torre principal de la construcción se encuentra el reloj monumental de casi dos metros de diámetro, importado de Alemania, por la empresa de los Hermanos Diener y Compañía, propietaria de la “Joyería La Perla”, y ensamblado en México, que mezcla mecanismos de cuerda con aparatos eléctricos y transmisiones hidráulicas con poleas, contrapesos y cables, así como un carrillón de seis campanas.


En la entrada principal, conocida como pan coupé, hay un elegante alfíz mudejar que representa el espíritu de sacrificios y a los que trabajan en silencio por los demás.


En su interior, las columnas son de escayola, una técnica muy utilizada en esa época en donde el yeso se trabaja finamente y se pinta con diversos tonos para dar un acabado de mármol. Sorprende también la belleza del piso de mármol de portoro italiano y la herrería de bronce, que decora las ventanillas en las que aún se manda el correo.


Se idearon dos patios cubiertos por arquerías metálicas y grandes domos de cristal emplomado transparente, con patrones geométricos.


El primer patio se encuentra en la parte central del edificio, el cual alberga ventanillas a los costados, al elevador (que es uno de los tres primeros que se instalaron en la Ciudad de México) y la escalinata monumental con doble desarrollo, realizada con mármol mexicano, peralte de bronce fundido y patina dorada, trabajada en Italia.


Esta planta alberga la exposición permanente que se encuentra en donde antiguamente estaban las mesas en las que se escribían las cartas, y se les ponían las estampillas antes de enviarlas; y también buzones antiguos, fotografías, uniformes y otro cuadro de González Magaña con el escudo nacional.


El segundo patio –conocido como “el patio de los carteros”– sería utilizado para realizar los embarques de correspondencia y paquetería.


En el segundo piso del recinto se encuentra la sala de recepciones Bartolomé Gallotti, lugar que se conserva en poco más del 90 % con sus piezas originales y donde se pueden admirar los cuadros pintados por este artista italiano (cuya temática es de niños y adolescentes que leen, escriben, reciben y envían cartas), con fondos de laminillas hechas de oro fino de 24 quilates; y también se puede hacer un recorrido por la historia del correo, desde palomas, tinteros, estampillas, máquinas de escribir y bolsas de carteros.


En la puerta principal están el Dios Mercurio (del comercio) y el Dios Vulcano (de la industria).


A unos pasos de esta sala se encuentra la biblioteca postal con más de ocho mil libros y 240 documentos que contienen la historia del correo en México, desde el establecimiento del Oficio de Correo Mayor en 1580, hasta el día de hoy.


Saliendo de la biblioteca debe detenerte un momento a observar la obra de arte La Tarasca, una obra de Pablo González Magaña elaborada con más de 48 mil estampillas canceladas, en donde se observa a una mujer en el paisaje de Teotihuacan. La obra tardó más de 30 años en realizarse, por el tiempo que el artista tardó en conseguir todas las estampillas.


En el interior del tercer piso, destacan los escudos que coronan los remates de la arquería, en donde se exhiben las banderas de los 44 países que formaban parte de la Unión Postal Universal en 1907.


El cuarto piso alberga el Museo Histórico Naval, inaugurado el 23 de noviembre de 2004, en donde se pueden apreciar maquetas, fotografías y óleos representando la historia de la navegación en México; representaciones de pasajes históricos como la defensa del fuerte de San Juan de Ulúa, el bombardeo que sufrió el puerto de Veracruz, buques de la Armada Mexicana y el hundimiento del buque Potrero de Llano, por mencionar sólo algunos.


También se pueden ver las viguetas de acero, que son el esqueleto de todo el edificio, así como la maquinaria del reloj de la entrada principal y ver el sistema con el que funcionan los elevadores diseñados por la firma Otis Elevator Company.


Fue declarado Monumento Artístico de la Nación el 4 de mayo de 1987.



Actualmente, es la Administración de Correos número uno, y brinda los servicios de correspondencia en todas sus modalidades, giros, reembolsos, seguros postales, paquetería internacional, mensajería nacional y extranjera, venta de estampillas, todo ello a través de 53 ventanillas para atención al público; además de ofrecer unos once mil apartados postales, la mayoría utilizados por firmas bancarias y comerciales. Está abierta al público incluso sábados y domingos, y nunca, desde su apertura, ha dejado de funcionar o prestar el servicio de correos.




Datos Generales
· 28 metros de altura
· 4 niveles
· 3.730 m2 de terreno
· 12,500 m2 construidos
· Costo total: $2,921,009.94 (peso de la época)


Palacio Postal o la Quinta Casa de Correos
Calle Tacuba No.1 Centro Histórico,
CP 06000, Cuauhtémoc, Ciudad de México.


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