El mundo va cambiando notablemente de la mano de la economía, posicionando a las ciudades de ciertos países entre las de mayor preferencia para hacer negocios e, incluso, para radicar. Hace una década, por ejemplo, las urbes donde se concentraba la mayor cantidad de personalidades acaudaladas del planeta eran Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y Dallas, en Estados Unidos; Moscú, en Rusia; Londres, en Inglaterra; Estambul, en Turquía; Hong Kong, en China; Bombay, en la India; y Tokio, en Japón, demostrando ser las puertas del desarrollo económico y de calidad de vida.
En diez años, ha ocurrido de todo: mayores progresos tecnológicos, inversiones y otras circunstancias que han llevado a un incremento de acuerdos comerciales y negocios, los cuales, por cierto, pueden hacerse online, pero, también, movimientos en otros sectores, que han ido perfilando a otras naciones como prioritarias en este ámbito.
Es así que, a la relación mencionada, se han agregado ciudades de Nueva Zelanda, de Dinamarca, de Corea del Sur, de Noruega y de Suecia, además de Alemania, Canadá y Australia.
No obstante lo enriquecedor de desglosar cuáles son las condiciones que cada una de estas naciones tienen para ser consideradas destinos de negocio, en esta ocasión nos enfocaremos en Hong Kong, que ha destacado como denominador común de emprendimiento y, a su vez, por conservar y honrar, en lo posible, sus raíces.
Dicha ciudad es una región administrativa especial del sur de China, de régimen capitalista, y es uno de los grandes centros financieros de Asia, cuya economía depende, en gran parte, del comercio internacional, en particular, del que lleva a cabo con el resto del mundo.
Hong Kong posee una gran libertad económica, apoyada en la existencia de un sistema legal de origen británico, muy cuidadoso con el respeto a la propiedad privada; de ahí, su comprobado éxito como anfitriona para la negociación.
Tiene un aeropuerto internacional que cuenta con más de 180 conexiones directas con el mundo; fue terminado en 1998, representa una de las obras más costosas de la historia, y en promedio recibe a 72 millones de pasajeros al año.
La región ha dado apertura a los inversionistas, al brindarles un plan simple de impuestos bajos en un marco reglamentario internacional transparente. El tope del impuesto sobre las rentas es del 16.5 %; el de los salarios, del 15 %; mientras que los expertos en el tema sugieren que no hay que preocuparse del tasamiento a las ventas, al IVA, a la retención de impuestos, tampoco a los impuestos a la plusvalía, ni a los dividendos.
Sin embargo, pese a los atractivos que tiene Hong Kong para los inversionistas, también admiten que, debido a diversas cargas legales y contables que existen, se pueden ahogar ciertos acuerdos, por lo que sugieren buscar ayuda directamente en la región, para agilizar los procesos de negociación.
La región está, generalmente, habitada por chinos, quienes, para facilitar las negociaciones, se inclinan por una denominación occidental, con el objetivo de que sea fácil de recordar y de pronunciar, aunque, éstas deban tener varios ajustes.
A nivel arquitectónico, la ciudad, de 7 millones 474 mil 200 habitantes (en 2020), es muestra de su poderío financiero, ya que sus impresionantes construcciones destacan por su diseño innovador y moderno, contando con más de mil 300 rascacielos, de los cuales, 300 superan los 150 metros de altura. Muchos de estos edificios sirven como residencia de los habitantes.
Por ejemplo, el Centro de Comercio Internacional de Hong Kong posee 118 pisos y 484 metros de altura, siendo el rascacielos más alto de toda la ciudad; otros son la Torre 2 del Centro Financiero Internacional, con 415 metros; y el Central Plaza, de 374 metros, por mencionar algunos.
Un común denominador de las ciudades predilectas para hacer negocios es su disposición para acoger a emprendedores extranjeros y, también, una legislación fluida en cuestión de impuestos y reglas empresariales.
También, para visitar
Al igual que Quanzhou, sitio que hemos abordado en la edición de octubre, en Hong Kong, persiste una atmósfera que conjuga la tradición con la modernidad, y es por ello que su población aún resguarda creencias legadas de sus raíces chinas y de la influencia británica, pues fue colonia del Reino Unido durante más de un siglo, asunto que tiene su origen en la Guerra del Opio, que inició en 1839. Por consiguiente, los dos idiomas que se hablan mayoritariamente son el chino mandarín y el inglés.
Dicha mezcla cultural ha dado lugar a que sea conocida como el lugar en donde “el este se encuentra con el oeste”, lo cual se aprecia, por ejemplo, en los anuncios de sus negocios, o bien, en su gastronomía, pues se pueden encontrar tanto locales de comida rápida como de platillos orientales, como son el dim sum y el hot pot, preparaciones pertenecientes a varias regiones de China.
En ese orden, los visitantes pueden sentirse impresionados por la modernidad de Hong Kong, al igual que por su cultura, al visitar al Buda Tian Tan, de 34 metros de altura, ubicado en Ngong Ping, isla de Lantau, el cual simboliza la armonía entre el hombre y la naturaleza, la gente y la fe; o bien, en ese mismo recorrido, el monasterio Po Lin, el más importante de la ciudad, que fue fundado en 1906, por tres monjes budistas, y que, en sus inicios, sólo era considerado un pequeño lugar alejado de la civilización, pero que, ahora, es un importante centro para practicar el budismo, y una atracción turística. Está integrado por algunas impresionantes estructuras, como la Gran Sala del Tesoro y la Sala de Ti-Tsang Bodhisattva, que se conjugan con otras más modernas. En éstas, prevalece la significativa iconografía budista. Aquí, se puede escuchar el tañido de la campana cada siete minutos, dando un total de 108 toques al día; y es que existe la creencia de que dicha campana puede sanar a las personas, de 108 padecimientos.
Así las cosas, en esta urbe de contrastes extremos, también conocida como “Puerto fragante”
Fuente:
TMF Group. Los 10 principales desafíos de hacer negocios en Hong Kong. https://www.tmf-group.com/es-co/news-insights/
business-culture/top-challenges-hong-kong/
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