Dentro de los hospitales, uno de los principales actores para la atención médica es el personal de enfermería; sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, los cuidados de esta disciplina pasan desapercibidos, tanto para la población como para los médicos. La labor de enfermería implica brindar una atención especializada a las personas, la cual puede ser preventiva o curativa, y, generalmente, se realiza dentro de una institución de salud, pero, también, puede practicarse a domicilio.
Asimismo, las y los enfermeros se encargan de llevar el monitoreo del estado de salud de los pacientes y de asistirlos en el momento que lo necesiten; dichas atenciones son dependientes de las características clínicas que éstos presenten. Mientras el médico es el responsable de indicar las necesidades clínicas, el personal de enfermería se centra en llevarlas a cabo.
Los tipos de cuidados se pueden dividir según su función, como:
Registrar y controlar los indicadores del estado de salud del paciente, por ejemplo: la tensión arterial, la temperatura corporal, el dolor, etcétera. Asimismo, vigilar sus signos vitales; desde su ingreso a un centro hospitalario, los enfermeros son los encargados de monitorear la frecuencia cardíaca y respiratoria, la saturación de oxígeno, entre otros, y de avisar al médico en caso de que se presente una variación importante.
Administrar los medicamentos prescritos por el médico, lo cual debe realizarse de acuerdo con las indicaciones proporcionadas, en los horarios descritos y con las precauciones pertinentes. Este punto incluye, también, aplicar fármacos por alguna vía, como intravenosa, intramuscular, subcutánea; en caso de que sea por vía oral, asegurarse de que el paciente lo ingiera correctamente.
Colocar la vía de acceso a una vena periférica, para la administración de soluciones y medicamentos para un tratamiento oportuno.
Apoyar en la higiene del paciente, misma que puede realizarse en cama, si el individuo cuenta con movilidad comprometida, o en la ducha, si se cuenta con alguna enfermedad que, al dejarle solo, pueda suponer algún tipo de riesgo, como en el caso del Alzheimer.
Asistir a los médicos en diversos procedimientos, como intervenciones quirúrgicas o colocaciones de catéteres.
Ayudar al monitoreo en los períodos pre y postquirúrgicos de los pacientes.
Verificar y vigilar el suministro de oxígeno.
Apoyar en campañas de vacunación como parte de la acción preventiva de las enfermedades.
Realizar el lavado y aseo de heridas que afecten a los pacientes, con la finalidad de evitar infecciones nosocomiales.
Apoyo en el bienestar anímico y mental de aquellos que lo requieran.
Si bien es cierto que el cuidado de los pacientes no sólo recae en los enfermeros, una gran parte de estas actividades se lleva a cabo por ellos. Se requiere de una gran vocación de servicio, así como valor personal y profesional para prestarse al cuidado de otra vida, que, muchas veces, se encuentra en un estado frágil. Sin embargo, ocurren algunas situaciones en las que las actividades profesionales del personal de enfermería no son reconocidas, por lo que surge la necesidad de resaltarlas, ya que son pieza clave para el correcto funcionamiento de la atención médica intrahospitalaria e, incluso, para la recuperación de un paciente. Su papel es elemental para evitar la saturación en los servicios de salud, propiciar el alta médica, mejorar la satisfacción de los pacientes y ayudar a disminuir la estancia hospitalaria.
Las actividades de cuidado son indispensables para asegurar la supervivencia y se han realizado desde que la humanidad existe; son consideradas como una de las funciones primordiales para promover y desarrollar la unión entre personas y sociedades. El cuidado del enfermo tiene como finalidad perpetuar su vida mediante acciones que mantengan las necesidades y actividades básicas de los individuos junto con la interacción de su entorno.
A lo largo de la historia, se ha progresado en los conocimientos biomédicos y se han dado avances científicos y tecnológicos, que han repercutido en la mejora de las técnicas que utiliza el profesional de enfermería para desempeñar sus funciones diarias, pero sin perder de vista el respeto a la vida y el cuidado del ser humano. De esta forma, los profesionistas en este campo deben tener un compromiso científico, filosófico y moral con el paciente y centrarse en la preservación de la atención y el apoyo, factores claves para la mejoría de los pacientes.
El objetivo principal de la enfermería es el cuidado integral de la salud de la persona en todas las etapas de la vida, el cual se lleva a cabo dentro del proceso salud-enfermedad y, de esta forma, se convierte en el motor del quehacer diario; el cuidar a una persona implica conocerla más a fondo, interesarse en ella, darle la atención que requiere y concentrarse en sus necesidades.
Existen algunas condiciones que deben cumplirse para que la atención se pueda dar de la mejor manera, las cuales son:
a) Conocimiento y conciencia de la necesidad de cuidado.
b) Conducirse con acciones basadas en dicho conocimiento.
c) Hacer un cambio positivo como resultado del cuidado.
Por lo tanto, la calidad del cuidado de enfermería siempre es el resultado del esfuerzo y la inteligencia bajo las normas éticas establecidas. ¡Gracias por ser parte fundamental de nuestro proceso de recuperación ante la enfermedad!
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