Increíbles lugares donde millones de estos insectos llegan en busca de mejores condiciones climáticas, regalando a los visitantes un espectáculo natural maravilloso
Las migraciones de las mariposas monarca son de las más impresionantes que existen. Éstas pueden volar hasta miles de millas, para llegar a destinos más cálidos, que les aseguran su supervivencia, reproducción y alimentación. Y es que esta especie (Danaus plexippus) no es capaz de sobrevivir a los inviernos extremos que ocurren en el norte del continente americano, por eso, migra hacia el sur y el oeste, cada año, para escapar de las bajas temperaturas. Además, las plantas hospedantes para las orugas no crecen en los sitios del norte durante cierto período, lo cual, también, ocasiona estos traslados.
El patrón migratorio de las monarca es el más evolucionado de cualquier especie conocida en su tipo, ya que se trata de las únicas mariposas que migran en ambas direcciones anualmente. De hecho, los científicos aún no están muy seguros de cómo logran viajar largas distancias y encontrar el camino a su morada final.
El centro de México es un importante destino de este tipo de lepidóptero. Datos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y de la Alianza WWF-Fundación TELMEX Telcel indican que, en el último año, la presencia de esta especie aumentó un 35 % en los bosques mexicanos, al ocupar 2.84 hectáreas, en comparación con las 2.10 reportadas en 2020.
Nuestro país cuenta con seis santuarios de mariposas monarca, los cuales, cada año, albergan a miles de ellas, ofreciendo un gran espectáculo natural, único e inigualable. A continuación, los mencionamos.
La mariposa monarca, fácilmente reconocible por sus alas de color naranja, con líneas negras y detalles blancos en los bordes, tiene dos antenas, que le permiten orientarse, y posee tres pares de patas. Es nativa de América del Norte (México, Estados Unidos y Canadá), aunque, también, hay poblaciones en España, Portugal, Australia, Nueva Zelanda y el archipiélago de Hawái.
Santuario Cerro Pelón
Está a tres horas, en automóvil, desde la Ciudad de México y, como su nombre lo indica, se encuentra en el cerro Pelón, en el municipio de Donato Guerra, en el Estado de México. Es conocido por ser más montañoso y menos concurrido que otros santuarios, y los visitantes pueden caminar o montar a caballo, para admirar a las mariposas. Es un área enorme, en la que se puede apreciar un valle semiplano, conocido como ‘Los tres gobernadores’.
Las monarca llegan a Cerro Pelón, aproximadamente, de noviembre a marzo, para su descanso invernal, y se sienten atraídas por las copas de los árboles de oyamel, que les proporcionan aislamiento y las mantienen protegidas de las inclemencias del tiempo. Debido a su posición de acceso y el de las colonias de hibernación, es posible observar una transición en la vegetación, lo cual maravillará a los amantes de la naturaleza.
Santuario Piedra Herrada
Se ubica en el paraje denominado Piedra Herrada, perteneciente al municipio de San Mateo Almomoloa, en el Estado de México. Los ejemplares que llegan ahí viajan desde Canadá y el norte de Estados Unidos, a principios del otoño, buscando temperaturas más agradables. Su ruta las conduce a los bosques de oyamel de este santuario, donde existen diferentes senderos de gran belleza.
Llegan a mediados de octubre y se quedan un par de meses; posteriormente, inician su viaje de regreso, a mitad de marzo. Cabe mencionar que este lugar forma parte de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad, por la UNESCO, en 2008.
Santuario El Rosario
Se trata del lugar más popular para ver a estos maravillosos insectos, en Michoacán. Se encuentra dentro de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, cerca del Pueblo Mágico de Angangueo. El lugar se caracteriza por ser montañoso y tener bastante vegetación en el área de amortiguamiento de la reserva, conformada por bosques de pino y oyamel. La caminata por la montaña, para ver a las monarca, es elevada y toma una hora, aunque, también, existe la opción de montar a caballo.
Este santuario se caracteriza por ser el único que posee un andador turístico. La reserva es conocida como el país de las monarca y ofrece múltiples atractivos, cargados de historia y tradición.
Un santuario es un lugar que alberga flora, fauna, paisajes o eventos naturales excepcionales que lo hacen único; debe ser protegido y respetado, por su fragilidad e importancia para la naturaleza y la sociedad. En el caso de las mariposas monarca, se consideran santuarios las áreas de bosque en donde pasan la hibernación. Estos sitios les proporcionan protección ante los eventos climáticos extremos, así como la tranquilidad que requieren para ahorrar grasas, que les servirán de combustible en el viaje de regreso.
Santuario Sierra Chincua
Se encuentra en Michoacán y, también, está cerca de Angangueo; aproximadamente, a tres horas y media, en automóvil, desde la Ciudad de México. Ahí, es posible ver la migración de la mariposa monarca, tanto a pie como a caballo. Puede tomar entre 45 minutos y una hora para llegar al área de observación.
Además de caminatas y paseos a caballo, hay tirolinas cercanas, un muro de escalada y puentes colgantes.
Santuario Senguio
Está ubicado dentro del Santuario Sierra Chincua, en el municipio de Senguio, en Michoacán. Cada invierno, las mariposas recorren cerca de 5 mil kilómetros, para llegar desde Canadá a México, específicamente a este lugar, cuyos oyameles se cubren de color naranja.
Para llegar a la zona de la monarca, el recorrido se puede realizar a pie, en caballo o en camioneta; y toma alrededor de dos horas.
Santuario La Mesa
Se localiza en Sierra Campanario, en las faldas de la montaña entre el Estado de México y Michoacán. Pertenece a la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca y fue declarado, en 2008, Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO. Entre octubre y marzo, las mariposas monarca arriban a este bosque, para aparearse.
Muchos turistas visitan el lugar para admirar a estos insectos, pero aprovechan para quedarse a descansar, ya que el espacio cuenta con cinco cabañas y una zona para acampar. Para los amantes de la naturaleza, esta es una experiencia única, pues se puede respirar profundo, vincularse con la flora y fauna, gozar del ambiente y escuchar los sonidos del bosque.
Indudablemente, encontrarse con las mariposas monarca, en estos paraísos mexicanos, es una experiencia maravillosa para cualquiera, en especial, si se gusta de la naturaleza. Además, es una gran vivencia que ayuda a entender la importancia de cuidar nuestros hábitats y de preservar a esta increíble especie, que está en riesgo de entrar en peligro de extinción.
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