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  • Foto del escritorRedacción Relax

Apertura de la primera universidad de la Nueva España




Apenas unas tres décadas después de la caída de Tenochtitlán, se llevaron a cabo las gestiones para establecer la primera universidad en la Nueva España. Con el beneplácito de Carlos I, rey de España, el obispo Fray Juan de Zumárraga y el virrey Antonio de Mendoza y Pacheco fueron los artífices de la nueva institución, que abrió sus puertas el 25 de enero de 1553.


El edificio que ocupaba se encontraba en el actual Centro Histórico de la Ciudad de México, frente a la Catedral Metropolitana. Si bien el objetivo expreso por estos personajes para dicho recinto educativo era la formación en la fe y en las artes, tanto de los nativos o indígenas recién convertidos al catolicismo como de los criollos, la universidad funcionó, en la práctica, sólo para las personas de la clase alta social novohispana.


Como se trató de la principal universidad del virreinato, se le ha querido ver como la antecesora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esto es muy debatible, pues, en la visión de Justo Sierra, el padre intelectual de esta última, la universidad que el México posrevolucionario necesitaba era una de carácter positivista y laico. Es mucho más adecuado considerar a la actual Universidad Pontificia de México, que conserva el espíritu eclesiástico, como la continuadora de la referida institución colonial.

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