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Foto del escritorRedacción Relax

Eclipses solares: mitos que prevalecen por encima de la ciencia


Personas de todo el mundo, especialmente en la antigüedad, han inventado historias, leyendas y supersticiones interesantes




¿Recuerda cuándo fue el último eclipse solar que haya presenciado? Quizá, tenga en mente el ocurrido el 21 de agosto de 2017, que fue uno de los más visibles en varias entidades de nuestro país; se apreció de forma parcial, particularmente en los estados ubicados al norte, cercanos a la frontera, como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, donde la Luna cubrió entre 50 y 60 por ciento del disco solar.


Si le gusta este tipo de fenómenos naturales, no tendrá que esperar mucho para ser testigo de otro más; y es que, el próximo 14 de octubre, un eclipse solar anular podrá verse en distintos países de nuestro continente, incluyendo Estados Unidos, México y varios de América Central y del Sur, por lo que millones de personas podrán experimentar este suceso.


Aunque, hoy, sabemos que estos acontecimientos se originan de forma natural, como producto de procesos astronómicos, por mucho tiempo a lo largo de la historia, fueron vistos con miedo y asociados a mitos y supersticiones. Incluso, actualmente, en pleno siglo XXI, algunas culturas los consideran de mal agüero.



Eclipse de Sol en 2023 y 2024
Además del eclipse que se espera para el décimo mes de 2023, la NASA ha señalado que, en ciudades mexicanas, como Mazatlán, Durango y Torreón, se podrá ver, el 8 de abril de 2024, el 100 por ciento de otro eclipse solar, mientras que, en Guadalajara y Monterrey, lo apreciarán en un 95 por ciento.

Creencias en torno a los eclipses solares

Las culturas antiguas trataron de entender por qué el Sol desaparecía temporalmente del cielo, así que se les ocurrieron varias razones para entender lo que causaba un eclipse solar. En la mayoría de esas culturas, las leyendas que rodeaban a estos sucesos involucraban figuras míticas que tienen poder sobre el llamado astro rey; estas son alguna de ellas.




Grandes destrucciones y desastres

Los antiguos griegos creían que un eclipse solar era una señal del enojo de los dioses y que era el comienzo de desastres y destrucción. Pensaban que se trataba de un acto de abandono, una terrible crisis y una amenaza existencial que ocasionaría la caída del rey y traería terribles desgracias sobre el mundo. También, consideraban que se trataba de demonios que se habían tragado al Sol.


Un Sol devorado por un animal

Los astrónomos chinos pudieron predecir eclipses en el año 206 d. C., pero la explicación siguió siendo mítica durante muchos siglos. Según ellos, la vista parcial del Sol se debía a que éste era devorado por un perro o dragón celestial, mismo que se comía a la Luna durante los eclipses lunares. De hecho, la palabra china para decir ‘eclipse’ se deriva de shi, que significa ‘comer’. Para alejar al dragón celestial, los chinos creían que las personas debían golpear tambores, ollas y sartenes para asustarlo.


Por su parte, una antigua leyenda de la mitología hindú señala que un astuto demonio, llamado Rahu, buscaba beber el néctar de los dioses y así alcanzar la inmortalidad. Disfrazado de mujer, intentó asistir a un banquete de ellos, pero fue descubierto por el dios Vishnu. Como castigo, el demonio fue decapitado; pensaban que era su cabeza, volando por el cielo, lo que oscurecía el Sol durante un eclipse.


Presagios del fin del mundo

La civilización nórdica o vikinga creía que el Sol y la Luna eran perseguidos por dos lobos, Hati y Sköll, quienes intentaban atrapar y comerse a este par de astros, respectivamente. Si estas bestias tenían éxito, presagiaba el Ragnarök o el fin del mundo. Al igual que en China, los vikingos hacían ruidos para asustar a los lobos y acelerar el regreso del Sol o la Luna.


Un peligro para las mujeres embarazadas

En la civilización azteca, un eclipse representaba la posibilidad del fin del mundo. Si éste coincidía con un terremoto y caía en la fecha 4-Ollin, anunciaba el apocalipsis. Dado que los aztecas eran expertos en astronomía, sabían que no ocurriría un eclipse en 4- Ollin hasta el siglo XXI. Si el eclipse era completo, creían que los demonios de las tinieblas destruirían la Tierra. El mito azteca también sostiene que los eclipses son peligrosos para las mujeres embarazadas, una superstición que persiste en algunas partes del mundo, en la actualidad.


Supersticiones vigentes

Aun con el avance en el conocimiento de la ciencia y, particularmente, en la astronomía, el miedo a los eclipses solares todavía existe en nuestros días, en algunas comunidades que se rigen por creencias ancestrales. Muchas personas en todo el mundo todavía ven a estos fenómenos naturales como malos presagios que traen muerte, destrucción y desastres.


Una idea errónea muy popular que prevalece es la de que los eclipses solares o lunares pueden ser un peligro para las mujeres embarazadas y para sus bebés, ya que éstos pueden presentar manchas en el cuerpo al nacer. Por ello, en algunas localidades de México, se pide a los niños pequeños y a las mujeres embarazadas que permanezcan al interior de sus casas mientras el fenómeno ocurre.


Sin embargo, especialistas médicos han señalado que no existe evidencia que dé soporte a esta creencia, pues nunca se ha sabido de algún bebé manchado por un eclipse.


En otro lado del planeta, en la India, existen poblaciones donde la gente suele ayunar durante un eclipse solar, debido a la superstición de que cualquier alimento que se cocine mientras éste ocurre será venenoso e impuro.


Otro mito actual tiene que ver con la supuesta pérdida de peso en el cuerpo, luego de un eclipse. Desafortunadamente, para muchas y muchos, esto es totalmente falso.



Desde luego, ahora entendemos mejor la ciencia detrás de los eclipses, lo que nos hace no buscar historias fantásticas o relatos mitológicos para explicar por qué la Luna o el Sol se oscurecen. Aun así, hay cierta magia en estas historias, que todavía prevalecen y que les dan a estos acontecimientos ese carácter misterioso y enigmático, que, quizá, nos hacen apreciarlos más.



El eclipse total de Sol más antiguo del que se tiene constancia ocurrió en Ugarit, una ciudad de Mesopotamia, en el año 1375 a. C., durante la disputa de una batalla. De hecho, los ejércitos interpretaron la repentina oscuridad como la ira de los dioses.


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