Por Hedy Hernández
Especialistas han hecho hincapié en atender de inmediato los síntomas psicológicos en adultos laboralmente activos que, a consecuencia de la pandemia presentan tasas muy altas de insomnio, estrés agudo, ansiedad y depresión.
La enfermedad epidémica por la que atravesamos ha creado una serie de nuevos desafíos, incluso, para personas que anteriormente no tenían problemas para dormir. La pérdida de empleo y las finanzas, son de las principales causas que influyen significativamente en el desajuste del ritmo circadiano.
Una hora menos de sueño implica: dificultad para tomar decisiones, repetición de órdenes y dificultad para concentrarse.
Los motivos principales por los cuales necesitamos dormir son:
Activación inmunológica
Conservación de la energía
Regulación del metabolismo
Consolidación de la memoria
Restauración de la actividad cerebral
Los factores de la cuarentena que influyen más para tener insomnio son: reducción de la actividad física, disminución de la exposición a la luz solar, miedo y preocupación.
Al respecto, es necesario implementar una metodología laboral para poder afrontar los factores de riesgo psicosocial, que incluya planeación profunda, ejecución responsable, y medición y seguimiento del desempeño, que permita tanto al empleado como a las empresas, acortar la brecha de accidentes y deterioro de la salud.
En respuesta a todo ello, Armstrong Laboratorios presentó una opción para acercar a los pacientes con médicos especialistas en medicina del sueño, que les brinden asesoría individualizada. Se trata de la Red de Especialistas en Sueño bajo el lema “Empieza a descansar como mereces”, a la cual se puede acceder a través del link: http://citas.hulihealth.com/armstrong/?utm_source=1doc3
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