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En esta edición y las posteriores, conoceremos datos interesantes de la historia de la Universidad Nacional Autónoma de México y recorreremos cada uno de los espacios que la conforman. ¿Sabía que en este conjunto existen dos mil 130 edificios? Lo invitamos a que descubra más detalles.
Es considerada la máxima casa de estudios de México, la universidad más grande de Latinoamérica y una de las más grandes del mundo. Ha desempeñado un papel fundamental en la historia de México, ha sido testigo de importantes acontecimientos y ha contribuido al desarrollo académico, científico y cultural del país.
La historia comienza en 1536 cuando el arzobispo fray Juan de Zumárraga tuvo el interés de crear una universidad en la nueva España. Fue fundada el 21 de septiembre de 1551 por el rey Carlos I de España con el nombre “Real Universidad de México”. Inauguró sus cursos el 25 de enero de 1553 y fue renombrada como "Real y Pontificia Universidad de México".
Aunque la Facultad ya contaba con alumnos; fue clausurada en varias ocasiones, siendo la primera en 1833 por Valentín Gómez Farías, que en su lugar fundó varias escuelas descentralizadas; y la última en 1865 por el emperador Maximiliano de Habsburgo.
Benito Juárez fundó más escuelas, entre las que estaban el Colegio de Minería (1792), la Escuela Nacional de Medicina (1833), la Escuela Nacional Preparatoria y las escuelas de Ingeniería, Jurisprudencia y Bellas Artes (1868),
En 1881, Justo Sierra presentó un proyecto más moderno de lo que podía ser la universidad, y finalmente, después de varios rechazos, en abril de 1910 se aprobó su proyecto. Fue así que el 22 de septiembre de 1910, abrió sus puertas, integrando las escuelas mencionadas, y se renombró como Universidad Nacional de México.
Después del asesinato del presidente Álvaro Obregón, el Congreso nombró presidente provisional a Emilio Portes Gil, quien promulgó la Ley Orgánica de la Universidad –que entró en vigor el día 26, recibiendo su autonomía el 28 de mayo de 1929– y autorizó la creación de Ciudad Universitaria CU, uno de los campus más grandes del mundo.
En 1943, se decidió trasladar los distintos predios escolares en el centro histórico de la Ciudad de México hacia un nuevo campus: la Ciudad Universitaria.
En 1946 se creó la Comisión de Ciudad Universitaria, encargada de organizar el concurso de anteproyectos para la realización del Plan Maestro de CU. La Comisión invitó a participar a la Escuela Nacional de Arquitectura, al Colegio Nacional de Arquitectos de México y a la Sociedad de Arquitectos Mexicanos. Fue la Escuela Nacional de Arquitectura la ganadora del concurso, con el Arq. Mario Pani y el Arq. Enrique del Moral a la cabeza.
En 1949 se aprobó oficialmente el mega-proyecto final. Los arquitectos Pani y Del Moral coordinaron equipos multigeneracionales para realizar los treinta proyectos que conformaban Ciudad Universitaria. En total participaron aproximadamente 200 arquitectos y dibujantes en el proyecto.
En 1952, se inauguró el Estadio Olímpico Universitario en las instalaciones de Ciudad Universitaria, y en 1956, la Biblioteca Central de la institución abrió sus puertas.
Durante la década de 1970, se realizó un programa de expansión, en el cual se estrenaron los Colegios de Ciencias y Humanidades, así como las Facultades de Estudios Superiores de Acatlán, Aragón, Cuautitlán, Iztacala y Zaragoza.
En el año de 1981, empezó la expansión a nuevos campus fuera de la Ciudad de México, empezando por el campus en Cuernavaca, en el estado de Morelos; y continuando en 1993, con el campus de Juriquilla, en Querétaro; campus León, Guanajuato, en 2011 y campus Morelia, Michoacán en 2012.
En 2011 y 2012, se abrieron los campus universitarios en y Michoacán.
Los edificios se construyeron con la firme convicción de plasmar la identidad mexicana hasta en el más mínimo detalle. Es así que fusionaron el paisaje, la arquitectura y la obra pictórica de los más grandes muralistas de la época, entre ellos, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera.
En sus inmediaciones existen edificaciones representativas de la cultura como la Biblioteca Central, la Torre de Rectoría, el Estadio Olímpico Universitario y el Museo Universitario Universum, pues en la creación de este gran espacio universitario participaron Mario Pani, Enrique del Moral, Carlos Lazo Barreiro y Juan O'Gorman, entre otros, además de artistas como David Alfaro Siqueiros, Francisco Eppens Helguera y Diego Rivera.
El campus de Ciudad Universitaria es reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su diseño arquitectónico innovador y su integración con la naturaleza. Además, el campus alberga una gran cantidad de murales y esculturas que representan la cultura e historia de nuestro país.
La Torre de Rectoría
Es un edificio emblemático del Campus Central de la Universidad, construido entre 1950 y 1952, diseñado por los arquitectos Mario Pani, Enrique Del Moral y Salvador Ortega Flores.
Esta imponente estructura de 59 metros de altura y 16 pisos, emplazado en la Plaza de la Rectoría, a un costado de la Biblioteca Central, es un símbolo de la universidad y alberga la oficina del rector. Además, en la parte superior de la torre se encuentra el famoso reloj dorado, que ha sido testigo de importantes eventos históricos y es un punto de referencia para la comunidad universitaria.
Aunque es uno de los lugares más destacados del campus, no fue el primero en construirse, la primera piedra que se colocó fue la de la actual Torre II de Humanidades.
Los murales de Rectoría de la UNAM
“Las fechas en la historia de México” o “El derecho a la cultura” muestra un brazo con dos manos entrelazadas, una tercera sobresale y un lápiz apunta hacia un libro abierto; en esas páginas hay fechas relevantes de México: 1520, 1810, 1857 y 1910. Este mural está entre los pisos tres y cuatro de la Torre de Rectoría. Puede verse como un cóndor y un águila real están mordiendo el sol, el cual significa verdad y conocimiento
Biblioteca central
Con 50 metros de altura y 16 pisos, es uno de los símbolos más representativos de la UNAM, pues se trata de un referente arquitectónico, cultural y artístico. Su construcción comenzó en 1950 y estuvo a cargo del arquitecto Juan O’Gorman. En total se ocuparon 16 mil metros cuadrados y fue inaugurada el 5 de abril de 1956.
La historia de las ciencias y las humanidades está representada en este mosaico quimérico de la Biblioteca Central. Lleva por nombre “Representación histórica de la cultura” y en cada una de sus paredes se representa una etapa de la historia de México. Lo prehispánico; la conquista y el virreinal; la revolución mexicana y la modernidad de la Universidad.
Para realizar el mural de 4 mil metros cuadrados, a Juan O’Gorman le ocurrió hacer una recolección masiva de piedras de colores en diferentes estados del país, como Guerrero (amarillas y rojas), Guanajuato (verdes), Hidalgo (violeta)y Zacatecas (azul), así como del área del Pedregal (gris obscuro de la piedra volcánica); de manera que todos los minerales reunidos fueran de distintos colores naturales y, por tanto, el mural con los años, no perdiera su color que es 100 % nato de la tierra donde se tomó.
Un dato interesante de la Biblioteca Central es que es el edificio de la arquitectura moderna mexicana más registrado y fotografiado por revistas y publicaciones del siglo XX.
El muro norte de la Biblioteca Central está dedicado al pasado prehispánico de nuestro país, por lo que se encuentran dioses como Tláloc, Quetzalcóatl, Tlazoltéotl, Ehécatl y Chalchiutlicue; además, una escena de la fundación de Tenochtitlán y otras más de la antigua capital mexica. Este muro es también el que tiene la firma del artista y la fecha en que terminó su obra.
El pasado colonial está representado en el muro sur del edificio, en el que se mezclan las vidas e ideas del mundo europeo y del mundo indígena. Este mural se distingue fácilmente por las dos grandes circunferencias azules que simbolizan la ideología de Copérnico y de Ptolomeo respecto a su concepción de la Tierra en al universo
Elementos que forman el muro oriente y que simbolizan el mundo contemporáneo son el átomo como elemento principal de una nueva cosmovisión, el sol, la luna, escenas del mundo obrero y transformador, contrapuestas a escenas del mundo rural y tradicional, así como lemas de la Revolución.
Finalmente, el muro poniente está dedicado a la Universidad y al México actual. Se visualiza el escudo de la UNAM, representaciones de las áreas en las que participa esta institución, es decir, la ciencia, la técnica y el deporte, además de símbolos del estudio, la recreación y la creación del conocimiento.