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  • Foto del escritorRedacción Relax

Y Checo Pérez lo hizo



Sin volver la vista atrás, pero tampoco dirigiéndola muy adelante, Checo Pérez se fue con todo para ganar el GP de Sahkir de la Fórmula 1, disputado el 5, 6 y 7 de diciembre, en la ciudad de Baréin y lo consiguió, demostrando de qué está hecho, vivió la oportunidad, y bien.


Se propuso con perseverancia y ritmo, continuar y aguantar hasta llegar, hasta derrotar. Y es que lo que para algunos pudo haber sido casualidad, circunstancia o hasta suerte, para su equipo y sus seguidores, sólo fue cuestión de trabajo arduo, continuo, paciente y de méritos, en un año como 2020, en el que la incertidumbre ha rondado al mundo y en particular al del deporte.


Un momento de titubeo

Fue así, que el pasado 7 de diciembre vimos al piloto de Racing Point arrancar de una quinta posición, ser impactado, retomar el ritmo desde la última, la decimoctava[1]; adelantar, remontar y rebasar en la pista, entre los mejores, haciéndonos saltar de emoción, y es que luego de quedar muy atrás, después de la primera vuelta, los comentaristas hablaban sólo de las fuertes apuestas como George Rusell, Valtteri Bottas y Esteban Ocon, entre otros corredores que han sonado fuerte en las últimas contiendas, como lo mejor de Mercedes y Renault, y se olvidaban de Pérez.


Dichos conductores se iban alternando las posiciones durante las 87 vueltas del circuito, habiendo dejado atrás a Marx Verstappen, de Red Bull, a quien la suerte no favoreció, después de haber quedado previamente en los primeros lugares en los entrenamientos libres; pues iniciaba la carrera, cuando fue a impactarse contra una valla, después de perder el control y mal direccionar, para evitar un mayor desastre, ante el choque de Leclerc a Pérez. Y es que, los tres pilotos se desplazaban muy de cerca, y en una de las curvas, Leclerc alcanzó el auto de Pérez golpeándole, dando éste un giro completo; y, casi en paralelo siguió a Verstappen, quien, con la intención de evitar a Pérez, no pudo parar, yendo contra la valla. Tras el episodio, que afortunadamente, no tuvo mayores consecuencias, el neerlandés y Leclerc quedaron fuera de la carrera.


Y, así las cosas, en una jornada diferente en la que hubo de todo; donde las posiciones cambiaban constantemente, pasando a points necesariamente, pilotos remontando, atacando, la mencionada colisión, y el detalle de la incomunicación a través de los radios de Mercedes, que derivó en la omisión de ciertos mensajes clave que llevaron a un desfavorable pit stop (parada en boxes) de Rusell y de Bottas, traducido a tiempo perdido. Y es que, la escudería hizo un llamado a los corredores para ponerles neumáticos medios, pero debido a una confusión en el manejo de los mensajes, se instalaron los neumáticos equivocadamente, lo cual obligó a Rusell a regresar una vuelta después para que le colocaran los correspondientes, incidente que se originó, según Mercedes porque, en las conversaciones vía radio, tanto el equipo como los pilotos hablan al mismo tiempo, así que el mantenimiento que se dio a los automotores fue erróneo, y les hizo perder posiciones.

El héroe


Sergio Michel Pérez Mendoza nació en Guadalajara, Jalisco, el 26 de enero de 1990, por lo que recientemente cumplió 31 años de edad. Inició en el mundo del automovilismo bajo la tutela de su padre Antonio Pérez Garibay, quien fuera corredor nacional años atrás, y representante del piloto Adrián Fernández, y por supuesto, con la compañía y complicidad de su hermano mayor, Toño.


Checo, como le dicen de cariño, desde chiquillo prefería el futbol a las carreras de autos, deporte al que se escapaba, sin que su progenitor estuviera muy de acuerdo, pero gracias a que se mantuvo en el ambiente de las pistas, rines y neumáticos, y a que es sumamente competitivo, a los seis años ya competía en karting, consiguiendo algunas victorias.


Su trayectoria ha sido ascendente y durante las últimas dos décadas ha participado en los grandes premios del mundo, estando muy cerca del triunfo, pisando podio en varias ocasiones, contando por supuesto, con el apoyo de amigos como el señor Carlos Slim, a través del patrocinio de una de sus empresas.


Al inicio de estas páginas, sugeríamos que Pérez se enfocaba en el circuito de Sakhir sin pensar en el mañana, y es que desde septiembre pasado había anunciado que a partir de 2021 estaría fuera de Racing Point, pues le dejaría el asiento a Sebastian Vettel; por tanto, sin saber qué pasaría con su futuro inmediato, se centró en seguir y ganar, amén de que, por cierto, confesaría después que, una vuelta más y el motor ya no hubiera aguantado.


Finalmente, luego de días de incertidumbre, en los que resultaba paradójico que habiendo ganado con Fórmula 1, no tuviera escudería para la próxima temporada, Red Bull lo confirmó dentro de su equipo, asignándole como compañero del mismo a Verstappen, quien, por cierto, para estos días ya ha dejado en claro su postura frente al mexicano: “Tienes que ser más rápido que tu compañero de equipo”, pues al parecer, el primer objetivo a vencer para él, es su mancuerna.


Por ahora, al menos mientras no empieza la nueva temporada, con el GP de Australia, Checo ha hecho soñar no sólo a México, sino a toda Latinoamérica, pues después de mucho tiempo ha vencido en la principal contienda automovilística del mundo.


En su mejor momento


Para el corredor, 2020, fue definitivamente un año tal como la carrera de Sahkir, con eventos inesperados, remontadas, rebases y otros movimientos más, entre los cuales hasta dio positivo al COVID-19, en el mes de agosto, con lo cual se perdió el GP de Gran Bretaña y estuvo a punto de perderse el de España, pero afortunadamente lo superó.



Lewis Hamilton, la gran ausencia

Una inevitable evocación fue la del multicampeón con Mercedes, el inglés Lewis Hamilton, quien dio positivo al COVID-19, luego del GP de Bahrein, lo cual, sin duda, referían comentaristas, hubiera cambiado el rumbo de las cosas, por el imparable ritmo que tiene dentro de la escudería, que lo ha llevado a estar en el podio en 165 ocasiones.

[1] Aunque en la carrera participaron 20 corredores, dos salieron desde la primera vuelta.


Pasaron 50 años desde que otro mexicano triunfara en la Fórmula 1: fue Pedro Rodríguez de la Vega, originario del entonces Distrito Federal, quien lo hizo el 7 de junio de 1970 en Bélgica. En honor a él, quien falleció en julio de 1971, en Núremberg, durante las 200 millas de Norisring, y de su hermano menor, Ricardo, quien también era corredor y perdió la vida, durante el Gran Premio de México de 1962, el circuito automovilístico del complejo de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, lleva el nombre de Autódromo Hermanos Rodríguez.



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