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  • Moisés Zúñiga

La diosa de la casa de Rembrandt

Una muestra dedicada a quien le devolvió el sentido a la vida; su compañera, amiga, cómplice y madre de su hija






Situado en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, teniendo como sede el antiguo Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas, el Museo Nacional de Arte (Munal) está de manteles largos este 2022, ya que celebra 40 años desde que fue designado Museo Nacional e incluido en la red de museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).


Y qué mejor manera de festejar que con una exhibición muy importante, que elogia el arte del pintor holandés Rembrandt Harmenszoon van Rijn, más conocido como Rembrandt, considerado uno de los maestros de la pintura y el grabado barrocos y uno de los artistas más sobresalientes de los Países Bajos.


La muestra, titulada La diosa de la casa de Rembrandt, expone varias obras del artista, entre las que destaca Palas Atenea, un retrato de la diosa griega, pintado al óleo, perteneciente a una colección particular europea, que, tras casi dos años de negociación, logró traerse, por primera vez, a México. Por esta razón, la pieza ha generado una gran expectativa en el público y porque es considerada un elemento clave del amplio repertorio del pintor. Y es que, dicho óleo representa un momento esencial de la vida privada de Rembrandt, ya que estuvo inspirado en Hendrickje Stoffels, su compañera sentimental, con quien procreó una hija, Cornelia, y quien fue musa inspiradora de otras de sus pinturas.


Palas Atenea fue realizada hacia 1654 y retrata a Hendrickje, con un casco, una capa de color rojo vivo, armadura y escudo de tonalidades metálicas, y con una mirada que refleja fortaleza, para desafiar los estándares de su tiempo. Mide 118 centímetros de largo, por 91 de ancho, y cuando no está de gira, se exhibe en el Museo Calouste Gulbenkian, en Lisboa, Portugal.


En la muestra, esta gran pieza viene acompañada de dos dibujos y una estampa, también, hechos por Rembrandt; además de un retrato suyo, de cuando tenía 25 años de edad, atribuido a su discípulo Gerrit Dou.


Hendrickje Stoffels fue compañera sentimental de Rembrandt tras la muerte de su esposa, Saskia van Uylenburgh. En esa época, el artista sufría una crisis económica y emocional, la cual se estabilizó con la llegada de su ‘Palas Atenea’, quien logró devolverle el color a su vida. Sin embargo, ella fue criticada por haber tenido una hija, con el pintor, fuera del matrimonio.
Rembrandt y Stoffels no pudieron casarse nunca debido a una cláusula impuesta por su primera esposa, quien había estipulado en su testamento, que, si el pintor volvía a contraer nupcias, perdería toda la herencia que ella le había dejado. Por tal motivo, el artista decidió darle un lugar especial a su amada Stoffels, a través de una pintura de ella, en donde la plasma como Atenea, la diosa griega de la sabiduría y la guerra.


Aunque, en el retrato de Palas Atenea, la mujer da una imagen de fortaleza, con el toque de los aretes de perla, que sobresalen del trazo claroscuro, el pintor la humaniza, mostrando que, también, es una diosa sensible que puede dar amor.


Carmen Gaytán, directora del Munal, señaló que el nombre de esta exhibición fue dado “en referencia a la diosa del hogar, la compañera, madre, amiga y gestora. No podía haberla pintado [a Hendrickje] como la sensual Afrodita ni como la caprichosa Hera; tenía que ser como Atenea, representante de la fuerza, la victoria y la sabiduría”.


De acuerdo con Héctor Palhares, coordinador de curaduría del Munal, “hay que pensar en Rembrandt no solamente como el gran maestro holandés del claroscuro del siglo XVII, sino, también, desde una mirada contemporánea. Al ver cómo retrató a su compañera, la pintó para defenderla de críticas sociales. Recordemos que ella, incluso, tuvo que ir a tribunales a causa jurídica, porque vivía en mancebía”.


Cabe decir que la exposición es pequeña, de apenas cinco piezas; sin embargo, tiene un gran valor, que se mide no por la cantidad, sino por la importancia de las mismas.



La producción artística de Rembrandt incluye 324 pinturas, además de una abundante obra gráfica y dibujos; por ello, es considerado el artista holandés más importante del siglo XVII.


¿Dónde ver La diosa de la casa de Rembrandt?

Sala Jorge Alberto Manrique del Museo Nacional de Arte (Munal)

Calle de Tacuba 8, Centro Histórico de la CDMX.


¿Cuándo?

De martes a domingo, de 11 a 17 horas, hasta el 29 de mayo.


¿Cuánto?

La admisión general cuesta 80 pesos (el boleto de entrada incluye el acceso a la muestra).



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