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Hedy Hernández

Mexicanas en la NASA



Algunos científicos mexicanos han sido reconocidos por su colaboración en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), de los Estados Unidos de América; sin embargo, a ellos, se les han sumado mujeres compatriotas, que han realizado investigaciones en diversas áreas, entre ellas:


Ellen Ochoa

Nacida en Los Ángeles, California, con abuelos de origen mexicano, es considerada como la primera mujer astronauta de raíces mexicanas en viajar al espacio. Fue seleccionada por la NASA, para abordar una misión en 1991. A partir de entonces, ha participado en otros viajes al espacio, a bordo del Discovery y el Atlantis.


Estudió física, en la Universidad de San Diego, y obtuvo la maestría y el doctorado en ingeniería eléctrica, por parte de la Universidad Stanford, en California. Además, ha recibido varios honores de la NASA.


Pionera en tecnología de naves espaciales, patentó un sistema óptico para detectar defectos en un patrón repetitivo. Asimismo, en el Centro de Investigación Ames, de la NASA, en Mountain View, California, dirigió a un grupo de investigadores que trabajaban en los sistemas ópticos para la exploración espacial automatizada. Es maestra en ingeniera óptica y, desde enero de 2013, es la primera directora de origen hispano del Centro Espacial Lyndon B. Johnson, de la NASA.


Carmen Victoria Félix Chaidez

Originaria de Culiacán, Sinaloa, estudió ingeniería en electrónica y telecomunicaciones, en el Tecnológico de Monterrey, y cuenta con una maestría en ciencias espaciales, por parte de la Universidad Internacional del Espacio, de Estrasburgo, Francia.


Ingresó a la NASA en 2009, colaborando en una simulación llevada a cabo en la Mars Desert Research Station, en Utah, lugar en el que existen condiciones muy similares a las de Marte. Con esto, es la primera mexicana que participa en las misiones análogas planeadas para 2030.


Trabajó en el Centro de Investigación Ames, en el Departamento de Pequeños Satélites, enfocándose en el uso del smartphone para la construcción de pequeños satélites y, así, reducir costos a futuro; el proyecto se llamó PhoneSat y fue desarrollado por Carmen, junto con Google y la NASA. Por ello, ha sido reconocida por la revista Forbes, como una de las cien mujeres más poderosas de México.


Dorothy Ruíz Martínez

Se graduó como ingeniera en ciencias aeroespaciales, con una especialización en diseño de cohetes y una materia secundaria en matemáticas y literatura en español, en la Universidad de Texas A&M, de la ciudad de College Station.

Participó en el Departamento de Operaciones de Misiones Espaciales, como ingeniera de Planificación de Actividades Espaciales en Tiempo Real (RPE)​, en el desarrollo total de 12 misiones espaciales, apoyando en el ensamblaje final de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).


Desde marzo de 2013, trabaja como operadora de vuelo​, en el Centro de Control de Misiones Espaciales, en Houston, monitoreando los sistemas que enlazan las comunicaciones satelitales entre la ISS y la Tierra.


Ali Guarneros Luna

Originaria de la Ciudad de México, Ali es un ejemplo de perseverancia. Siendo madre de cuatro hijos (dos, con discapacidad), soltera e inmigrante, venció todos los obstáculos para llegar a convertirse en una de las investigadoras más renombradas del país.


Desde niña, supo que quería ser ingeniera espacial, pero fue casi hasta los 30 años de edad cuando comenzó a estudiar dicha carrera, en la Universidad de San José, que se especializa en comunicación satelital. Aun siendo mayor que cualquiera de los estudiantes, logró obtener el título.


Es una de las pocas científicas hispanas que trabajan permanentemente en el Centro de Investigación Ames. Se especializa en el desarrollo de cohetes suborbitales y satélites de órbita inferior, y diseñó un prototipo para utilizar la realidad virtual en el espacio.


María Regina Apodaca Moreno

Licenciada en física, por la Facultad de Ciencias, de la UNAM, realizó una estancia en el Centro de Investigación Ames. La mexicana estuvo detrás del proyecto de la NASA que hizo volar un helicóptero en la atmósfera marciana, en 2020, el cual acompañó al róver Perseverance y que tiene una cámara que le permite a éste detectar obstáculos y moverse con facilidad en el suelo de Marte.


Brenda Natalia Pérez Pérez

Es una estudiante destacada. Cursó dos carreras simultáneamente: ingeniería aeroespacial, en la Universidad de Nuevo México, de la cual se graduó en diciembre de 2016; e ingeniería mecánica, concluyendo ésta en mayo de 2017, además de estudiar inglés y francés.


Realizó una estancia en el Centro de Investigación Ames, en el programa de investigación aeromecánica, llamando Rotocraft Aeromechanics, donde trabajó con científicos e ingenieros de la NASA.


Javiera Cervini Silva

Es licenciada en química, por la UNAM (1995); maestra en ingeniería ambiental, por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (1997); y doctora en química ambiental, por la misma institución (1999). Fungió como investigadora en el Center for Integrative Planetary Science y fue subdirectora del Instituto de Astrobiología, de la NASA (programa BioMARS), en la Universidad de California (2003-2005).


Estudia la posibilidad de vida en Marte y, actualmente, es profesora-investigadora del Departamento de Procesos y Tecnología, de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Cuajimalpa.


Margaret Zoila Domínguez Rodríguez

Oriunda de Puebla, estudió física, en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), y, en 2013, inició sus estudios de posgrado, en la Universidad de Arizona, en Estados Unidos. Para culminar con su doctorado, Margaret realiza investigaciones en uno de los centros espaciales más importantes de la NASA.


Participa en trabajos de calibración y mantenimiento de telescopios espaciales, como el James Webb Space Telescope, y desarrolla el proyecto Nancy Grace Roman Space Telescope –anteriormente conocido como Wide Field Infrared Survey Telescope (WFIRST)–, sobre el prototipo de un sistema óptico con tres lentes, que tiene la función de espectrógrafo, que permitirá generar diferentes imágenes, para descifrar su componente químico. Se espera que éste sea lanzado este año.


Asimismo, continúa trabajando en investigaciones de física, en el Centro de Vuelo Espacial Goddard, de la NASA, en Maryland.


Sin duda, es un orgullo que científicas como ellas pongan muy en alto a nuestro país, demostrando que hay mucho talento en México. ¡Enhorabuena para todas!



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