En ésta época en la que basta un solo clic para encontrar casi cualquier información y para estar en comunicación vía remota, es menester maravillarse ante la función que han tenido, por siglos, aquellos sitios llamados bibliotecas, destinados a conservar la memoria del mundo, pues han resguardado documentos, testimonios, obras y un cúmulo de recursos, muchos de ellos, legado de ilustres figuras, artífices del conocimiento, materiales que se han dedicado a compartir físicamente a sus usuarios visitantes.
Es tal el valor de las bibliotecas que, por mucho tiempo, la humanidad se ha encargado de darle un toque genuino a su edificación, todo ello, con el fin de otorgar un sitio privilegiado y distinguido a sus contenidos. De ahí que, para identificarlas, existan diversos adjetivos, como: legendarias, temáticas, exorbitantes, vanguardistas, inteligentes, únicas, en fin, depende de su acervo.
Pero, además, no importando su antigüedad o modernidad, las bibliotecas cumplen como imponentes atractivos turísticos por su ubicación, belleza arquitectónica, disposición de sus estantes, instalaciones, estilo, cantidad y calidad de sus contenidos, entorno y otros aspectos que, incluso, se presentan como atributos en una especie de competencia. Ejemplo de ello son aquellos recintos destacados de algunos países, como los que veremos a continuación:
Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos
Se fundó en 1800, y, en sus mil 348 kilómetros de estanterías, distribuidos en sus tres edificios, el Thomas Jefferson Building, el John Adams Building y el James Madison Memorial Building, conserva más de 36.8 millones de libros, en 470 idiomas; más de 68 millones de manuscritos, y colecciones tan valiosas, como las cuatro copias de la Biblia de Gutenberg, además del borrador de la Declaración de Independencia de este país. También incluye periódicos de otras regiones, correspondientes a los últimos tres siglos; películas, mapas, partituras y grabaciones, entre más recursos.
Por cierto, el elemento más antiguo de este gran archivo, ubicado en Washington, es una tablilla de piedra que data del año 2040 a. C., y que corresponde a uno de los vestigios más antiguos que se tienen de la escritura, y que se adjudica a los sumerios que vivían en la Mesopotamia meridional.
Biblioteca Pública de Nueva York
Como sitio representativo de Manhattan, en la Quinta Avenida y calle 42, se encuentra este magnífico inmueble de estilo neoclásico, cuya fundación comenzó con la donación que hizo John Jacob Astor (1864-1912), un empresario germano-estadounidense, quien, al promediar el siglo XIX, deseaba contribuir a la creación de una biblioteca pública, sin embargo, el tiempo comprobó que el manejo del lugar como tal no era el adecuado, dando pie a una serie de cambios, que finalmente condujeron a que, en 1895, se construyera el inmueble que hoy conocemos, que es un gran emblema americano, por su enorme contenido y carácter público.
A su entrada, se encuentran dos leones de mármol, identificados como Paciencia y Entereza, nombres otorgados por el político Fiorello Enrico La Guardia (1882-1947), quien fuera alcalde de la ciudad en la época de la Gran Depresión y figura clave para impulsar la vitalidad económica en este período.
Además de sus importantes colecciones, que han sido auspiciadas por fondos públicos y privados, la biblioteca ha sido locación de cintas, como Desayuno con diamantes (1961), Los cazafantasmas (1984), y de algunas series televisivas, como Sexo en Nueva York (1998).
Biblioteca Pública de Stuttgart, en Alemania
Su fundación ocurrió en octubre de 2011, como una de las obras más modernas de este siglo, que llama la atención desde su exterior, porque invita a sus visitantes a explorar su acervo, en una atmósfera futurista, siendo, hoy, epicentro cultural de Stuttgart.
El coreano Eun Young Yi (1956-) es el responsable de su original estructura en forma cúbica, con 11 plantas, de las cuales, nueve están en la superficie, y dos son subterráneas, ocupando 20 mil metros de extensión; pero lo que realmente atrae es su diseño exterior, que remite al cubo de Rubik, el rompecabezas mecánico y tridimensional creado en 1974. Y es que tiene dos fachadas, una de ladrillos de cristal, que en las noches emite una iluminación multicolor, y otra de muro cortina, la cual, por su naturaleza, sólo presenta su propio peso.
Su interiores, donde predomina el color blanco, como significado de neutralidad, son muestra de una geometría perfectamente planeada, con espacios realzados que permiten la concentración absoluta.
Biblioteca Marciana
En la Plaza de San Marcos, en Venecia, Italia, se ubica este antiguo recinto, fundado en 1468, aunque se originó un siglo atrás, con la donación del poeta y filósofo Francesco Petrarca (1304-1374), considerado precursor del humanismo e influencia notable para escritores, como Garcilaso de la Vega o William Shakespeare. Petrarca era un bibliófilo, por lo que viajaba frecuentemente por Europa, buscando códices de autores clásicos.
Pero, además, el inmueble contó con la donación del benefactor, coleccionista bizantino y cardenal Basilio Bessarion (1403-1472), que comprendía cientos de códices en latín y griego, y manuscritos y libros del siglo XV.
El arquitecto de la Biblioteca Marciana, de estilo renacentista, fue el eminente florentino Jacopo Sansovino (1486-1570), quien consideraba que era el mejor edificio erigido desde la Antigüedad. Su creación tardó medio siglo y se ajustó a la inclinación de los venecianos por las superficies ornamentadas.
Actualmente, parte de su atractivo son sus globos terráqueos y su decoración, obra de pintores y escultores italianos, como Tiziano, Paolo Veronese, Alessandro Vittoria, Tintoretto y Bartolomeo Ammannati.
Museo y Biblioteca de la Facultad de Arte de Musashino
En Tokio, Japón, se ubica esta moderna estructura, terminada en 2010, que surgió como un medio para fomentar la creación artística dentro de la universidad, que alberga aproximadamente 280 mil ejemplares de arte y diseño, y hasta 5 mil revistas académicas y publicaciones periódicas.
Sus enormes estantes, de nueve metros de altura, que poseen accesos alternados, representando un concepto de infinito en espiral, son obra del arquitecto Sou Fujimoto, quien ha comparado la construcción con “un bosque de libros”, ya que, sobre 6 mil 500 metros cuadrados, da albergue a más de 200 mil ejemplares; la mitad de ellos, expuestos y visibles en el interior.
El objetivo del diseño era crear una atmósfera basada en libros, tranquilidad y luz, aspectos muy arraigados en el diseño nipón.
Biblioteca Central de Vancouver
Considerada como una de las bibliotecas más bellas del mundo, es obra del arquitecto israelí-canadiense Moshe Safdie, y fue inaugurada en mayo de 1995.
Su estructura tiene similitud con un coliseo moderno y se conforma por un edificio rectangular, ubicado en una elipse; tiene siete pisos y un jardín colgante como techo, con una extensión de mil 850 metros cuadrados, que es obra de la paisajista Cornelia Oberlander.
Debido a su gran colección de libros, revistas, música y videos, la biblioteca representa un atractivo punto de encuentro para usuarios de todas las edades, pues forma parte del sistema público de bibliotecas de Vancouver, que es apreciado como uno de los mejores del orbe.
Contempla dos atrios en su lado sur, uno de ellos, exterior, desde el cual se puede disfrutar de representaciones teatrales o espectáculos; y otro, interior, donde, en un ambiente acogedor e iluminado, se puede degustar algún café o bocadillo.
Biblioteca Nacional de Sejong
Sin duda, si existe una obra arquitectónica que integre diseño, simplicidad y contenido, es ésta, construida en 2013, en Corea de Sur, por la firma SAMOO Architects & Engineers, como la primera sucursal de la Biblioteca Nacional de Corea, y emplazada en la ciudad de Sejong, que también se conoce como la Ciudad Multifuncional Administrativa de Corea.
Es identificada como E-Brary, acrónimo de emotion y library (emoción y biblioteca), ya que el objetivo de su edificación es que fuera un lugar en el que convergieran los formatos de información digital y analógica, para que el público en general accediera a ellos, en un espacio cómodo y funcional. Salas de lectura y de conferencias son dos de sus servicios adicionales.
La anterior es sólo una breve muestra de las bibliotecas que existen en el mundo, un vasto tema como también es el universo que encierra cada una, y que hoy nos invita a volver a ellas; y es que, aunque el mundo digital dicte otros modos de operación, que nos lleve a prescindir un poco de los libros y documentos impresos, las bibliotecas siempre guardarán su esencia de conservación, de búsqueda y encuentro, y siempre estarán esperándonos.
Kommentare